Koji Kitami pilota uno de los bombarderos de la fuerza aérea japonesa. Él participó en el bombardeo de la base naval americana de Pearl Harbor en 1941, por lo que cuando vuelve a su ciudad natal todos le reciben con honores y orgullo. Esos hechos junto a las victorias japonesas en la guerra hacen que Kitami entre en un estado de exaltación por el honor japonés, algo que no le hará mucho bien cuando la flota nipona es derrotada en la batalla de Midway.