Andrey Kulikov va a París a visitar la tumba de su bisabuelo, Andrey Dolmatov, que había sido oficial del ejército blanco durante la revolución rusa. En la lápida de la tumba al lado de su bisabuelo, hay una foto de la cara de una mujer joven. Más tarde, mientras camina por París, Andrey ve a una mujer, Vera, que se parece a la joven que había visto en la lápida.