Adele nunca ha conocido a su padre y vive desde siempre bajo el ala protectora de su madre, Margherita. Todo cambia al morir inesperadamente ésta última. Abandonada por todos sus parientes, que no tienen ninguna intención de ocuparse de ella, Adele conocerá a Aldo, un viejo actor sesentañero que ha llegado a la Apulia justamente para dar un último adiós Margherita. Aldo descubrirá que es el padre de Adele y tendrá el deber, además de acompañarla a casa de la abuela materna, de decirle la verdad. Empieza así un viaje en una Apulia poco hospitalaria en el que dos perfectos desconocidos, totalmente distintos entre sí, transformarán una relación improbable en algo único e inolvidable.