Esther y Diana están desesperadas buscando un piso. Al mismo tiempo, Carlota se siente infeliz porque es incapaz de adaptarse a su nueva situación en el piso, tras la marcha David y Laura. Al conocer que vive sola en el piso, Diana y Esther intentan aprovecharse de ello y le previenen de los peligros que acarrea vivir en soledad. Carlota, asustada, les propone compartir piso unos días, mientras ellas encuentran otro lugar.