Sarah le dice a Stan saber que Rosie no era su hija biológica. Stan quiere saber cómo se enteró, pero tampoco tiene más información que pueda ayudar a Sarah resolver el misterio. Holder descubre a quién vio Rosie la noche que la asesinaron. Aunque la investigación parece avanzar, Sarah y Holder hallan tropiezos por parte del teniente Carlson.