En el iglú, madre y padre están limpiando, Pinga está hurgando en la caja de juguetes y Pingu está jugando con su motor de madera. El padre quiere guardar la aspiradora en el fondo del armario, pero ya hay una caja de rarezas en el espacio. El padre le pide a Pingu que ponga la caja en el cobertizo, lo que él hace a regañadientes, y también que enfada a Pinga. Cuando llega al cobertizo no hay espacio, así que comienza a sacar algunas cosas del camino. Una de las cosas que mueve es un viejo scooter (el anterior de los episodios anteriores). Guarda la caja y luego decide ir a dar una vuelta en la moto. En su viaje se encuentra con Pingg y Pingi, que están en sus propios scooters que son mucho más nuevos y brillantes. Están haciendo trucos usando las laderas de hielo, y Pingu decide intentarlo. Desafortunadamente, no logra aumentar la velocidad y, en lugar de saltar, la brecha cae en ella, rompiendo la rueda delantera. Abatido, se dirige a su casa, pero en el camino pasa una tienda con un brillante y nuevo scooter en exhibición en la ventana. Se apresura a casa y le suplica al padre que se lo lleve. El padre acepta mirarlo, pero solo después de que todos los juguetes hayan sido ordenados. Cuando esto se ha hecho, Pingu sale a la calle y recibe una descarga; Pingg ya ha traído el scooter. Pingu y el padre entran en el cobertizo, en el que creó su trineo, donde Pingu rompe su vieja vespa. Luego se da cuenta de que mi padre, que ha estado rebuscando, ha encontrado algunas ruedas que iban muy bien en un nuevo scooter, y juntos construyen un nuevo scooter. Pingu va a reunirse con sus amigos y muestra su nuevo scooter. Luego van a los saltos, pero el nuevo scooter de Pingg no funciona muy bien, mientras que el de Pingu sí. Padre está mirando y aplaude la actuación de Pingu.