Pigsy ha reemplazado el juego de Meca Mono por una mesa de ping pong y resulta ser adicto a ese deporte. MK debe sacar a Pigsy de su obsesión para poder salvar su tienda. Mientras tanto, Sandy se duerme por accidente con un té relajante súper cargado. Cuando llega una caja en la que pone "del Rey Mono", Mo acaba teniendo que controlar a un montón de bebés fruta que corren a sus anchas por todo el barco.