Encallado en su isla y esperando el rescate de la civilización, Robinson Crusoe comienza a recordar cómo empezó todo. Pero ahora tiene que prestar toda su atención en un barco que llega que, por desgracia, solo ayuda a los piratas del capitán Lynch. Aunque las trampas que puso para los salvajes son útiles, termina siendo capturado, a diferencia de su fiel compañero nativo Viernes.